Una visión extraviada Deutsche Grammophone 2 DVD 00440 073 4196.
Anna Netrebko (Violetta Valéry), primer acto, La traviata, Festival de Salzburgo, 2005
LA TRAVIATA, ópera de Giuseppe Verdi. Dirección musical: Carlo Rizzi. Puesta en escena: Willy Decker. Reparto: Anna Netrebko (Violetta Valéry), Rolando Villazón (Alfredo Germont), Thomas Hampson (Giorgio Germont), Helene Schneiderman (Flora Bervoix), Diane Pilcher (Annina), Salvatore Cordella (Gastone), Paul Gay (Barone Douphol), Herman Walén (Marchese D'Obigny), Luigi Roni (Dottore Grenvil), Wolfram Derntl (Criado), Friedrich Springer (Mensajero). Konzertvereinigung Wiener Staatsopernchor. Director de coro: Rupert Huber. Wiener Philharmoniker. Dramaturgia: Klaus Bertisch. Escenografía y vestuario: Wolfgang Gussmann. Iluminación: Hans Toelstede. Coreografía: Athol Farmer. Dirección de cámaras: Brian Large. Grabado en vivo en el Festival de Salzburgo en 2005. Deutsche Grammophone. Premium Edition 2 DVD 00440 073 4196.
La modificación de los ejes tiempo-espacio de una ópera siempre trae polémicas, especialmente cuando se trata de una obra tan popular como La traviata. Más allá de las opiniones individuales, lo importante es remarcar que estas traslaciones sólo se justifican si contribuyen a acercar el argumento al espectador, a destacar la universalidad de los grandes conflictos humanos, a que los personajes creados hace siglos respiren cerca de nosotros. Cuando por el contrario el resultado es un "enfriamiento" del drama, todo queda en un marco exterior cuya belleza plástica -si la hay- no sirve de nada.
En el caso que hoy comentamos (la ya famosa puesta de Salzburgo de 2005 editada en DVD el año pasado) el comienzo es prometedor: un escenario semivacío, una pared semicircular blanca, un reloj. En medio de esa austeridad, y mientras suena el escalofriante preludio orquestal con el que Verdi presenta el drama, lentamente se abre paso una Violetta vestida de rojo furioso. Pero la promesa no se cumple, porque el teatro es más cruel que la vida: sin imaginación y sin talento, en él la austeridad se convierte en pobreza y los recursos se agotan rápidamente. Eso es exactamente lo que sucede en la puesta de Willy Decker.
Rolando Villazón (Alfredo Germont) y Thomas Hampson (Giorgio Germont), segundo acto, La travaita, Festival de Salzburgo, 2005
Decker fracasa al enfrentar uno de los grandes desafíos que para un director teatral implica la ópera, género en el que la acción propiamente dicha frecuentemente se detiene y demora: sostener la escena sólo con el trabajo actoral. El régisseur se ve obligado a introducir "agregados" que no sólo no aportan nada sino que distraen y se tornan imposibles de justificar. Sería fatigoso enumerarlos, pero vale la pena poner como ejemplo la presencia de Violetta durante toda la escena de Alfredo al comienzo del segundo acto. Es asombroso oír al tenor decirle a Annina: "Que la señora no sepa de esta conversación", mientras la mentada señora contempla la escena.
En otro gesto de arbitrariedad (esta vez teñido de misoginia) Decker opta por vestir de hombres a Flora y a las mujeres del coro, con la consecuencia de que Violetta resulta la única mujer de la fiesta del primer acto. En el tercero, por su parte, la mascarada encuentra a sopranos y mezzos con caretas masculinas, mientras que las femeninas son llevadas por tenores y bajos, y la escena de los toreros se da en el marco de una vulgaridad innecesaria.
Anna Netrebko aporta su juventud, su soltura escénica y su belleza para la composición de este personaje tan complejo. Su impactante presencia es acompañada por una voz densa, redonda y de gran calidad, aunque Netrebko, carente de toda sutileza musical, no saca ningún provecho de la maravillosa paleta de matices que Verdi le ha dado a su heroína. Algo parecido le ocurre a Rolando Villazón, con la diferencia de que el tenor mexicano es presa permanente de una tensión que hace aparecer a su Alfredo siempre enojado. Ninguno de los integrantes de la "pareja de ensueño", como suele promocionárselos, da profundidad al componente que le toca en la dupla protagónica. Distinto es el caso de Thomas Hampson, que si bien es algo "joven" para el papel de Giorgio Germont, es el único que ahonda un poco en sus textos y en su línea vocal y que le otorga a su rol cierto interés. La dirección de Carlo Rizzi es correcta, al igual que el desempeño de los personajes de flanco, el coro y la orquesta.
Anna Netrebko (Violetta Valéry) y Rolando Villazón (Alfredo Germont), escena final de La traviata, Festival de Salzburgo, 2005
El estuche cuidadosamente editado por la Deutsche Grammophone incluye un segundo DVD con un documental que registra ensayos de la puesta y entrevistas a los cantantes y los responsables de la régie y la dirección musical. Ahí puede comprobarse que Netrebko, lejos de la diva distante que el espectador imagina, es una muchacha simple que no parece tener demasiado para decir sobre Violetta y cuya mayor preocupación es que la "pareja de ensueño" no defraude a críticos o al público. Villazón, por su parte, exhibe una inmadurez rayana en el infantilismo que su performance escénica y musical no hará más que confirmar.
Margarita Pollini Mayo 2007
Fotografías de Klaus Lefebvre / Festival de Salzburgo
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1) Gustavo Capurro opina... En líneas generales coincido con el comentario, quizás la mayor discrepancia sería en el caso de Hampson, pues a mi entender su voz no es la adecuada por estilo ni timbre a lo que exige Verdi. En cuanto a Villazón coincido totalmente con la crítica y sigo sin entender cómo puede estar en el primer plano internacional estando su voz a años luz de, por ejemplo, Marcelo Alvarez. Para terminar quisiera efectuar un comentario al aspecto tecnico del DVD, la imagen realmente es excelente, en cuanto al sonido deja algo que desear, no es todo lo cristalino deseable y en los tutti existe algun punto de distorsión. Enviado: Miércoles, Febrero 13, 2008 11:54am
2) Jorge Pablo Gutiérrez opina... La crítica me pareció devastadora. Yo no conozco mucho de ópera, soy apenas un iniciado, pero vi el dvd, es cierto que la escenografía y la puesta impacta al principio y defrauda un poco luego. Creo que la pareja y la música son impecables. En cuanto al tinte misógino y a la vulgaridad de la escena de los toreros tal vez podamos estar de acuerdo. También creo que hay varios momentos para destacar de la puesta, que me parecieron interesantes. Saludos. Jorge Enviado: Jueves, Mayo 29, 2008 10:59pm
3) Alfredo Svarzchtein opina... En verdad no soy un experto en ópera, ni tampoco he visto muchas versiones de La Traviata, tampoco me sorprende que Anna Netrebko no tenga mucho que decir de su papel ni que Villazón sea lo que parece (un chico bueno que canta muy bien), no obstante cuando vi y escuché el DVD de La Traviata con estos 2 jóvenes interpretes y una puesta tan despojada, realmente pude dejarme llevar por la música, la actuación, las voces y en resumen por la trama. Me gustó y siempre que puedo recomiendo verla. Enviado: Lunes, abril 13, 2009 2:57pm
Artículo publicado originalmente el 26 de mayo de 2007 |