3. La formación en el desarrollo profesional |
Ligia Piro / Fotografía de Christian Inglize
El imaginario social suele considerar el talento como un factor determinante para establecer una aproximación a la actividad artística. Tal es la fuerza de esa creencia que todavía no se logra dimensionar la verdadera importancia que tienen los procesos formativos, tanto en su etapa inicial como durante el desarrollo profesional.
¿Qué aprendiste durante el ejercicio de la profesión? Una de las cosas más importantes que aprendí fue el hecho de conectarme con lo que estaba contando. Como intérprete, uno tiene la posibilidad de involucrarse de una manera muy profunda. El artista tiene que conmoverse para que al otro le pase algo.
¿Qué otros aspectos te parecen relevantes al momento de subirte a un escenario? El espectador, la obra y el intérprete son fundamentales. Como decía Agustín Alezzo, si alguno de esos tres componentes no está, no hay hecho artístico. Presentarse en un escenario y mostrar lo que uno está haciendo apasionadamente tiene que vibrar de alguna manera. Y ahí no hay técnica que valga, porque hay artistas que no tienen técnica y, cuando los ves actuar, se te ponen los pelos de punta. ¡Me pasaba cuando lo escuchaba cantar a Camarón! Eso es entregar todo.
No debe ser sencillo enfrentar al público, enfrentar la mirada del otro con todo lo que puede representar... Es tan complejo, tiene tanta profundidad y hay tantas aristas en el hecho artístico que, en un punto, también es un poco enigmático, ¿no? Tal cual. Cuando interpreto una canción, antes me tuvo que haber tocado alguna fibra, y eso es lo que desde el escenario se proyecta para que les pueda pasar algo a quienes me están escuchando. Si no, creo que no vale la pena.
La dinámica de la charla se pone en pausa. Le proponemos a Ligia escuchar una grabación: ella accede y se muestra expectante. Sin anticipar qué vamos a escuchar ni a quién, suenan los primeros acordes de una guitarra. El registro elegido es Duerme, mi tripón (una nana del compositor cubano Otilio Galíndez), en la voz de Mercedes Sosa. Ligia escucha atentamente y por momentos su rostro deja entrever el disfrute con que aprecia la grabación. Cuando concluye, comenta: "Mercedes tenía una voz hermosa, pura, como las que me gustan a mí. Me encantaba cuando hacía el repertorio folclórico y el de canciones de autor porque ahí desarrollaba una dulzura especial. Además, el color de su voz lo identificás inmediatamente, canta una nota y ya sabés que es ella".
Cuando uno repasa tu carrera y tus distintas actuaciones, advierte que has actuado junto a otros colegas en varias ocasiones. ¿A qué se lo atribuís? He compartido el escenario con colegas en diferentes momentos. No hice muchos shows compartidos, sino que he invitado a artistas a que canten o toquen una o dos canciones conmigo por el simple hecho de que me gusta lo que hacen y me encanta compartir ese momento. Lo hago por el simple placer de compartir.
Ligia Piro en el Centro Cultural Kirchner
¿Cómo es actuar con tus padres? Y... es un juego, es algo lindo que no me gustaría perder. Mientras lo podamos hacer, lo haremos. Mi viejo está lejos, vive en La Falda, entonces hay que esperar a que se dé el momento para coincidir en la misma ciudad. Cuando fui a presentar mi disco en Córdoba, él me había regalado el arreglo instrumental que hizo para el tango "Nada", que es el último tema de mi disco Las flores negras. Hicimos juntos ese tango y fue un enorme placer para ambos. A él lo quieren mucho en Córdoba, hace años que vive allá.
¿Y con tu mamá? Con ella actuamos en Según pasan los años, un espectáculo que produjo mi marido junto con Lino Patalano; lo hicimos en el Maipo durante el 2010, y fue una excusa divina para invitarla a cantar y darle un lugar especial dentro del espectáculo. Todas las noches, la comprometía a que estuviera esperando el momento en el que tuviera que salir; cantaba cuatro temas. ¡Lo disfrutábamos muchísimo! A mamá le encantaba hacer ese show.
Suelo concluir las entrevistas con la misma pregunta: ¿qué significa la música en tu vida? Una enorme libertad. No podría vivir sin la música, como tampoco podría vivir sin cantar. Puedo prescindir del sonido de un instrumento, pero de cantar... no. Es algo que me inspira, y para mí cantar es la música. La expresión es algo absolutamente necesario.
El final de la charla nos ayuda a pensar en la presencia del arte en nuestras vidas. Lejos de ubicarse en un lugar distante, Ligia Piro muestra, en la calidez de su relato, cómo transitó el recorrido por su vocación y, sobre todo, cuál fue el lugar que tuvieron las experiencias formativas. Los afectos y los referentes musicales conforman esa trama indisoluble que ha guiado su trayectoria artística. Así pues, la última frase de Ligia resume el modo en el que vive su relación con el canto. Es como un horizonte del que hoy, en esta conversación, nos sentimos parte.
Entrevista de Javier Villa Diciembre 2021
Para agendar Ligia Piro se presentará, junto al pianista Federico Miizrahi, los sábados 8 y 15 de enero de 2022 a las 21.00 en el Centro Cultural Torquato Tasso. Localidades en venta en www.torquatotasso.com.ar
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Fotografías gentileza Ligia Piro
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