La estelaridad es una cualidad que pocos artistas notorios han sabido conquistar a lo largo de su trayecto en el arte. A menudo la mirada sobre quienes han descollado en una actividad, enfatiza más el talento innato, las condiciones, pero soslaya de alguna manera el inmenso trabajo puesto al servicio de una vocación, que casi siempre incluye a otras personas, ya sea desde el plano afectivo, el ámbito de la formación y también el aspecto profesional.
El nombre de Bruno Gelber no sólo remite a uno de los más grandes pianistas de las últimas décadas, sino también a una de personas que más ha jerarquizado al arte de la interpretación, considerando a los requerimientos que exige el compositor en la partitura, pero también dejando una huella personal inconfundible.
Su historia personal nos remite en principio |