Hernán Iturralde (Bonafede) y Osvaldo Peroni (Ecclitico) en el primer acto de Il mondo della luna, Buenos Aires Lírica, Teatro Avenida, 2011
IL MONDO DELLA LUNA, dramma giocoso en tres actos con música de Franz Joseph Haydn. Función del viernes 15 de julio de 2011 en el Teatro Avenida, organizada por Buenos Aires Lírica. Dirección musical: Rodolfo Fischer. Puesta en escena: Pablo Maritano. Escenografía: Andrea Mercado. Vestuario: Sofía Di Nunzio. Iluminación: José Luis Fiorruccio. Diseño de pantomima: Carlos Trunsky. Reparto: Osvaldo Peroni (Ecclitico), Hernán Iturralde (Bonafede), Jeannette Vecchione (Flaminia), María Savastano (Clarice), Vanina Guillado (Ernesto), Rocío Arbizu (Lisette), Sergio Spina (Cecco), Iván Maier, Lucas Werenkraut, Jorge Blanco, Juan Feito, Fabián Frías, Alejandro Spies, Julián Mardirosian, Diego Mazurok (Estudiantes, caballeros, bailarines, pajes, sirvientes, soldados y seguidores de Ecclittico). Bajo continuo: Rodolfo Fischer, fortepiano, y Pablo Bercellini, violoncello. Orquesta.
Estar contratado por un príncipe amante de la música, que poseía incluso su propio teatro de ópera dentro del castillo, era casi lo mejor que podía sucederle a un músico del siglo XVIII. Franz Joseph Haydn tuvo esa fortuna y trabajó como Kapellmeister en la corte del príncipe de Esterházy para la cual componía óperas, sinfonías, misas y música de cámara. Uno de esos acontecimientos sociales que requerían un marco musical de importancia eran los casamientos, y fue así como nació Il mondo della luna, ópera estrenada en 1777 en ocasión de las celebraciones por la boda de Nikolaus Esterházy, segundo hijo del príncipe, con la condesa Maria Anna von Weissenwolf.
Como ocurría frecuentemente en aquella época, el libreto de Carlo Goldoni, ya había sido llevado al pentagrama por otros compositores como Niccolò Piccinni, Giovanni Paisiello, Baldassare Galuppi y Gennaro Astaritta. El talento de Goldoni para crear situaciones teatrales de gran eficacia aporta a este libreto un ingrediente muy atractivo: la fantasía creada en torno a un viaje a la luna. Flaminia y Clarice, hijas de Bonafede, están secretamente enamoradas del caballero Ernesto y de Ecclitico, un falso astrólogo que se aprovecha de la credulidad de Bonafede para embarcarlo en un viaje a la luna donde, a través de engaños, logra sacarle el dinero y el consentimiento para casarse.
Si bien las óperas de Haydn no suben a los escenarios con demasiada frecuencia, hace apenas tres años, durante la temporada del centenario del Teatro Colón en 2008, la hoy desparecida Ópera de Cámara del Teatro Colón ofreció una digna versión de este mismo título, con dirección musical de Susana Frangi y puesta en escena de Jorge De Lassaletta.
En esta magnífica oportunidad que brinda Buenos Aires Lírica de acercar al público argentino el repertorio operístico de Franz Joseph Haydn, la dirección escénica de Pablo Maritano acertó en el tono y logró mantener el interés a lo largo de las dos horas y media de maravillosa música dirigida desde el foso por Rodolfo Fischer.
Rocío Arbizu (Lisette), María Savastano (Clarice), Hernán Iturralde (Bonafede) y Jeannette Vecchione (Flaminia) en la escena final del primer acto de Il mondo della luna, Buenos Aires Lírica, Teatro Avenida, 2011
Maritano trasladó la acción a comienzos del siglo XX, recreando una atmósfera con reminiscencias del cine de Buster Keaton, Chaplin o los Hermanos Marx. La utilización de algunas proyecciones de cine mudo con las cuales Bonafede es engañado mientras cree observar la luna por el telescopio, resultó muy acertada y redondeó bien la idea. Si resulta un anacronismo trasladar el concepto de ciencia ficción a 1777, e incluso a 1902 cuando Georges Méliès filma Le voyage dans la lune |