Vera Cirkovic (Juana de Arco) en la primera escena de Juana de Arco en la hoguera, Teatro Colón en el Teatro Coliseo, 2009
JUANA DE ARCO EN LA HOGUERA, oratorio dramático de Arthur Honnegger. Función del martes 19 de mayo de 2009 en el Teatro Coliseo, organizada por el Teatro Colón. Dirección musical: John Neschling. Puesta en escena, escenografía y vestuario: Roberto Plate. Iluminación: Antonio Cardelli. Elenco: Vera Cirkovic (Juana de Arco), Didier Sandre (Hermano Domingo), Soledad de la Rosa (Voz del Prólogo), Vanesa Mautner (Voz hablada del Prólogo), Fernando Chalabe (Heraldo de Justicia), Guido de Kherig (Bedel), Osvaldo Peroni (Porcus), Gabriel Centeno (Asno), Carlos Ullán, Juan Barrile y Norberto Marcos (Tres heraldos), Mónica Sardi (Catalina), Fabiola Masino (Margarita), Gustavo Gibert (Heurtebise), Lucila Ramos Mañé (Madre de los Toneles), Gabriel Renaud (Clérigo), Mauricio Thibaud y Sebastián Sorarrain (Dos paisanos), Luciano Garay (Perrot), Mónica Philibert (La Virgen), Fernando Grassi (Un sacerdote). Orquesta, Coro y Ballet Estables del Teatro Colón. Coro de Niños del Teatro Colón. Director de coro: Salvatore Caputo. Director del coro de niños: Valdo Sciammarella.
Arthur Honegger fue un compositor que nunca se sintió cómodo con la pertenencia a un determinado grupo. Tradicionalmente se lo incluye en el grupo "Les Six" integrado por seis jóvenes músicos reunidos en torno a la figura de Erik Satie. Ellos eran: Georges Auric, Louis Durey, Darius Milhaud, Germaine Tailleferre, François Poulenc y Arthur Honegger. Sin embargo, su alianza con el grupo de los Seis no fue más allá de compartir con ellos su admiración por las pautas compositivas introducidas por Satie, pero nunca adhirió al extremo antirromanticismo que proponían. No fue un compositor de rupturas sino de transiciones, nunca escondió su admiración por Wagner, Bach y Beethoven, en un medio en que esos nombres eran anatema, y su principal preocupación fue la comunicación con el público. En sus propias palabras: "¡A la gente le importan un bledo la técnica y los refinamientos!... Mi único deseo es ser un obrero de la música que cumple con su deber a conciencia". El oratorio Juana de Arco en la hoguera fue compuesto a instancias de la actriz y bailarina Ida Rubinstein para quien Honegger había ya escrito Fedra (1926) y Amphion (1931), entro otras piezas. Para el tema de Juana de Arco se asocia con el poeta Paul Claudel, quien aportará un texto de excepcional fuerza dramática y hondura poética. El estreno tuvo lugar en Basilea en mayo de 1938.
Vera Cirkovic (Juana de Arco), junto a Gabriel Renaud (Clérigo), Mauricio Thibaud y Sebastián Sorarrain (Dos paisanos), en una escena de Juana de Arco en la hoguera, Teatro Colón en el Teatro Coliseo, 2009
La propuesta escénica de Roberto Plate es una reposición de la producción del año 2000, adaptada a las dimensiones del escenario del Teatro Coliseo. Plate, responsable también de la escenografía y del vestuario, respeta la imagen que la misma Ida Rubinstein concibió como escenografía: una columna central que será la hoguera donde Juana morirá quemada. La imagen es tan poderosa que no requiere casi de ningún otro agregado ni artificio. A cada lado de la columna, el coro vestido con hábito y dispuesto como los monjes flanqueando un altar y el resto de los personajes desplazándose por el escenario. El coro de niños apareció con delantales blancos en la escena en que Juana recuerda su infancia. Los personajes alegóricos, interpretados por bailarines (el tigre, la serpiente, la muerte, la lujuria, etc.) estaban caracterizados con simbolismo más bien rústico y lo mismo puede decirse de los heraldos vestidos con uniformes de la policía federal. Desde el punto de vista técnico hubo algunas desprolijidades en la sincronización de luces o proyecciones que aparecían a destiempo.
La interpretación de la mezzosoprano Vera Cirkovic en el rol de Juana, un rol hablado, fue sencillamente excelente. Con la gestualidad adecuada, una declamación matizada, la garganta de Cirkovic resultó ser el fuego que mantuvo el calor y el nivel de la representación. El otro rol hablado, el del Hermano Domingo, estuvo a cargo del actor Didier Sandre, con buenos resultados aunque con una declamación un tanto afectada.
Escena cuarta de Juana de Arco en la hoguera, Teatro Colón en el Teatro Coliseo, 2009
Entre los roles cantados, las sopranos Soledad de la Rosa y Mónica Philibert hicieron justicia a sus breves partes como Voz del Prólogo y La Virgen respectivamente. El tenor de carácter Osvaldo Peroni brindó más interpretación que voz a Porcus, presidente del tribunal que juzga a Juana y cruel caricatura del funcionario necio y obtuso. Mónica Sardi y Fabiola Masino sólo cumplieron como las santas Catalina y Margarita. Destacables aportes de los barítonos Luciano Garay, Fernando Grassi y Gustavo Gibert en personajes episódicos.
El verdadero protagonista de este oratorio es el coro y en este aspecto el Coro Estable tuvo intervenciones acertadas y otras no tanto. Entre los aciertos se cuenta el minucioso trabajo sobre las compleja polifonía honeggeriana y entre lo menos acertado algunas estridencias en los forte y fortissimo. Por su parte, el Coro de Niños mantuvo un muy buen nivel incluso en las partes solistas.
El director brasileño John Neschling mostró autoridad y solvencia para llevar adelante enormes masas sonoras y al mismo tiempo transmitir con claridad la compleja superposición de texturas y las transiciones dinámicas.
Vera Cirkovic (Juana de Arco) en la escena final de Juana de Arco en la hoguera, Teatro Colón en el Teatro Coliseo, 2009
En síntesis, asistimos a una buena versión del oratorio de Honegger con puntos más altos como la interpretación de Vera Cirkovic y la dirección orquestal de John Neschling. Pero juzgar la calidad artística de esta función se torna complicado debido a los sombríos acontecimientos que vienen acompañando los destinos del Teatro Colón: la disolución |