
Daniel Barenboim dirige desde el piano a la Orquesta West-Eastern Divan en el Triple Concierto de Beethoven, Festival de Música y Reflexión, Teatro Colón, 2015
Algo interesante en los programas ideados por Daniel Barenboim es la combinación de autores y líneas de tiempo que se relacionan. El último concierto del Festival fue un ejemplo de ello al exponer en la primera parte una obra concertante de Ludwig van Beethoven y en la segunda un poema sinfónico de la etapa temprana de la producción de Arnold Schoenberg. Si el desarrollo expansivo de motivos característicos en el primero se da todavía en un formato establecido, como lo es la forma sonata, en la obra temprana del padre de la vanguardia musical europea se verá maximizado en esa expansión con fines dramáticos, propios de un poema sinfónico.
El Triple concierto para violín, violoncello y piano, Op. 56 (1808) de Beethoven es considerado no sólo una obra sin precedentes en la combinación de esos tres instrumentos solistas, sino que está llena de imaginación a la hora de poner en contrapunto los diálogos concertantes, entre ellos y con la orquesta. Es allí donde el desarrollo de los motivos se muestra original, tanto para exponer las ideas poéticas de los tres movimientos contrastantes como también por otorgarles el virtuosismo y la brillantez para el lucimiento de cada solista.
Con la doble función de Daniel Barenboim de dirigir y tocar la parte del piano solista, se destacó sobre todo el joven cellista iraní Kian Soltani, quien desde su primer ingreso impactó por su sonido con cuerpo, aterciopelado. Esto se volvió a notar en la frase inicial del |