Sally Matthews, protagonista de Alice in Wonderland, Ópera del Estado de Baviera, Munich, 2007
El Festival de Ópera de Munich que se lleva a cabo al final de la temporada de la Ópera del Estado de Baviera, comenzó el sábado 30 de junio pasado con el estreno mundial de Alice in wonderland con música de Unsuk Chin y libreto en inglés de David Henry Hwang. La compositora, nacida en Seúl en 1961, estudió primero en su ciudad natal y luego se trasladó a Hamburgo en 1988 para tomar lecciones de composición con György Ligeti.
Es precisamente un proyecto que tuvo su maestro a lo largo de sus 30 últimos años el que Chin tomó como legado: componer una ópera sobre la novela Alice in Wonderland de Lewis Carroll. Fue el director de orquesta Kent Nagano, primero en Los Ángeles -aunque luego fue dado de baja por razones presupuestarias- y finalmente en Munich -donde acaba de asumir como Director Musical General-, el que le encargó a Chin la realización de su primera incursión en el género operístico.
El elenco, bajo la dirección musical de Nagano y puesta en escena de Achim Fryer, estuvo integrado por la soprano Sally Matthews como Alice, la soprano Piia Komsi como el Gato, el barítono Dietrich Henschel como el Sombrerero Loco y la veterana soprano wagneriana Gwyneth Jones como la Reina de Corazones.
Sally Matthews (Alice) en el centro, Alice in Wonderland, Ópera del Estado de Baviera, Munich, 2007
La crítica estuvo dividida, como también lo fue el público en el día del estreno. George Loomis del Internacional Herald Tribune tituló su crítica "Un animado 'tea party' se torna un poco tedioso", en cambio Mark Swed de Los Angeles Times puso "Alice in Wonderland triunfa en Munich". De todas maneras, ambos rescatan la creatividad sonora de la compositora.
Mark Swed explica: "Chin ha creado su propio país de las maravillas sónica con la orquesta. Siempre ha mostrado una fascinación con rompecabezas y estructuras extrañas, intricadas e interconectadas que hacen de su música a una especia de excentridad al estilo de M.C. Escher. En Alice, crea un batallón centellante de efectos instrumentales. Los percusionistas se ubican en dos palcos sobre el foso y forman parte de la función. Dos horas de destellos vivos es mucho, pero no tanto. El estilo musical es un calidoscopio de muchos estilos: Chin alude a la música barroca, Ravel y Ligeti, Gershwin y muchos más". George Loomis agrega: "Chin usa vocabulario moderno en una manera que le queda astuto, a veces agudo. Hay fuertes acordes puntuales, sonoridades imaginativas a partir del rico batallón de los instrumentos de percusión y momentos de éxtasis rítmico donde los sonidos se mueven para todos lados libremente. Pero mucho de la escritura es altamente eufónica, incluso francamente tonal".
Gwyneth Jones (Reina de Corazones) y Steven Humes (Rey de Corazones), Alice in Wondeland, Ópera del Estado de Baviera, Munich, 2007
Sobre la producción escénica, Sweed dice: "Fryer crea su propio mundo y trata toda la obra como un gran sueño loco". Loomis detalla: "La puesta en escena de Fryer hizo que la obra se viera tremendamente estática. La acción ocurría en un escenario escalonado que inhibía la actuación convencional. Aparte de Alice, cuya cabeza estaba encerrada en una máscara hasta el final, muchos de los cantantes cantaron desde una especie de canal entre la escena y el foso de la orquesta, mientras figuras como marionetas aparecían en el escenario". Ya en los ensayos Chin estuvo en desacuerdo con esta concepción escénica fantasmagórica, quien en el Süddeutsche Zeitung la calificó como forzada, además de ignorar casi todas las detalladas indicaciones escénicas de su libretista y que ella había ilustrado con su música.
La obra, que se repondrá en noviembre nuevamente en Munich, fue grabada en estas tres primeras funciones para la edición de un futuro DVD. De esa manera, aquí esperamos en algún momento próximo poder tener contacto con ese inquietante mundo sonoro de Unsuk Chin.
Fotografías de Wilfried Hoesl, gentileza Ópera del Estado de Baviera, Munich |