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“Estaba la madre” en el Centro Cultural Kirchner : Dolor, memoria y vigencia del género lírico
Con dirección musical del reconocido compositor Luis Bacalov, se realizó una única función de su ópera que toma como tema central la épica lucha de las Madres de Plaza de Mayo. Por Ernesto Castagnino
 

Escena final de Estaba la madre, La Ballena Azul, Centro Cultural Kirchner, 2015

ESTABA LA MADRE, ópera en un acto con un prólogo, siete escenas y un epílogo. Libreto de Carlos Sessano, Sergio Bardotti y Luis Bacalov. Música de Luis Bacalov. Función del viernes 9 de octubre de 2015 en la Ballena Azul del Centro Cultural Kirchner. Dirección musical: Luis Bacalov. Dirección escénica: Carlos Branca. Diseño visual, escenográfico y de vestuario: Sergio Massa. Reposición coreográfica: Matthieu Perpoint. Reparto: Paula Almerares (Sara), Cecilia Díaz (Juana), Alejandra Malvino (Ángela), Fernando Grassi (1er General), Mario De Salvo (2º General), Leonardo Estévez (3er General), Alejandro Meerapfel (Narrador), Martín Caltabiano (Rabino), Gustavo Gibert (Obispo), Ricardo González Dorrego (voz de hombre), Eleonora Sancho (voz de mujer). Solista de violín: Nicolás Favero. Bandoneón: Pablo Mainetti. Orquesta Sinfónica Nacional. Coro Polifónico Nacional. Director de coro: Darío Marchese. Compañía Nacional de Danza Contemporánea. Directores: Eduardo Rodríguez Arguibel y Gustavo Maris.

Estrenada en la Ópera de Roma en 2004, Estaba la madre, la ópera del compositor argentino radicado en Italia, Luis Bacalov, tuvo su estreno nacional en 2007 en el Teatro Argentino de La Plata. El título es la traducción al español del primer verso del texto litúrgico Stabat Mater que relata el dolor de María durante la crucifixión de su hijo, poderosa imagen elegida por Luis Bacalov, junto a Carlos Sessano y Sergio Bardotti, para abordar una temática tan difícil como la del horror vivido en la última dictadura cívico militar de Argentina. El himno en latín, que data del siglo XIII y es atribuido a Jacopone da Todi, ha sido puesto en música por innumerable cantidad de músicos desde Giovanni Battista Pergolesi a Francis Poulenc, pasando por Gioacchino Rossini y Antonín Dvorák por nombrar sólo una pequeña muestra.

La potencia de la imagen de la mater dolorosa, la madre sufriente, es reinterpretada por los tres autores del libreto a partir de nuestra historia reciente, aunque lo que surge como rasgo de identidad de nuestras Madres de Plaza de Mayo es no únicamente su dolor sino su inclaudicable lucha por la verdad y la justicia. El paralelo puede ser tomado como punto de partida pero difícilmente pueda ser llevado mucho más allá: lo que hizo que las Madres de Plaza de Mayo ocupen el lugar que tienen en la historia es precisamente el no haber permanecido en la resignación y el dolor individual sino el haber salido a las calles, el haber resistido unas junto a otras, el haber hecho de todos los dolores uno solo, el haber reclamado justicia por todos y cada uno de los desaparecidos, aún para aquellos cuyas madres no estaban presentes para hacerlo.

El libreto está organizado a partir de tres historias, tres madres diferentes que representan diversos orígenes y culturas: Sara, la madre de Josele, Juana, una maestra de escuela y Ángela, madre de un cura obrero. El relato está hilvanado por un narrador y el coro que, utilizado al modo de la tragedia griega o el oratorio, comenta sin participar en la acción. La ópera presenta con eficacia dramática la atmósfera opresiva con los elementos más representativos de ese período: la complicidad eclesiástica, la falta de respuesta e indiferencia del poder judicial, el temor de la prensa a informar sobre lo que estaba ocurriendo y, atravesándolo todo, el dolor de esas madres que reclaman respuestas, pero que lejos de hundirse en la impotencia extraen fuerza de ese dolor y siguen buscando a sus hijos, dando testimonio de su existencia frente al intento de desaparecerlos concreta y simbólicamente. Hay un buen manejo del efecto dramático, si bien algunas frases o diálogos caen en cierto ingenuo didactismo restándole algo de contundencia al planteo.

Paula Almerares (Sara), Cecilia Díaz (Juana) y Alejandra Malvino (Ángela)
en Estaba la madre, La Ballena Azul, Centro Cultural Kirchner, 2015

Musicalmente, Bacalov

 
Publicado el 26/10/2015
     
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